Cuando llegó el verano mi padre se tuvo que ir de viaje casi todo el mes de Julio y mi madre entraba a trabajar a las 10 de la mañana y salía a las siete y nos prohibía salir de casa, el primer día no pasó nada pero al segundo día mi hermana empezó a decir que se aburría y yo le pregunte que si se acordaba de aquella tarde, ella me dijo que había sido un juego para pasar la tarde y que como me iba a vestir todo los días de chica, yo le dije que me lo pase muy bien jugando y que estaba dispuesto a ser su hermana durante el verano y de ese modo no nos aburriríamos ninguno, ella aceptó y pase todo el verano, cuando no estaban nuestros padres como una chica.
Fue pasando el tiempo, cada vez que estábamos solos me vestía de chica, e incluso en el colegio me iba con mi hermana y sus amigas, a las que le había contado que yo en la intimidad era su hermana Mónica. Un día las amigas de mi hermana dijeron que querían conocer a Mónica y que porque no se venia a merendar el sábado por la tarde, mi hermana no me dejo contestar y les dijo a sus amigas “mañana conoceréis a mi hermanita Mónica”, yo no sabia ni que hacer ni que decir; el sábado por la mañana mi hermana salió de casa y yo no me acordaba de lo de por la tarde, después de comer mi hermana me pidió que fuera a la habitación y me dijo “hermanita vamos empezar a vestirnos ¿no? que mis amigas te quieren conocer” “estas loca- fue lo primero que dije- que dirían papá y mamá cuando me vean y que pensará la gente de mi” ella me contestó “papá y mamá no tienen porque enterarse ya que podemos salir sin que nos vean y la gente no dirá nada ya que pareces una niña cuando te pones mi ropa y con esto” sacó una peluca de una bolsa- “lo parecerás más” casi sin darme cuenta empezó a vestirme y cuando me vi en el espejo estaba guapísima, con un vestido celeste de flores y unas sandalias blancas preciosas y cuando me puso la peluca ya no había duda de que yo era una niña; salimos de mi casa, por suerte el salón esta al final y nuestro
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